jueves, 13 de diciembre de 2018

Economía de mercado gracias a la revolución


Durante mediados del siglo XVIII se inició una etapa de profundas transformaciones tanto económicas, sociales como culturales que dieron nacimiento a las sociedades industriales.
La expresión “Revolución Industrial” fue utilizada por primera vez a fines del siglo XVIII, en referencia a las transformaciones que en ese entonces se estaban produciendo en la economía británica.
En contraste con el mundo preindustrial, en el que la principal actividad económica era la agricultura, en la sociedad industrial el peso del sector primario fue reduciéndose al tiempo que se incrementó el de la industria y los servicios. Una de las características de la sociedad industrial es la velocidad del cambio tecnológico, que permite fuertes incrementos en la producción y la productividad.
La sociedad industrial se caracteriza por un alto nivel de urbanización. No sólo creció el porcentaje de la población urbana, sino que también se incrementó significativamente el número de grandes ciudades, que eran muy pocas antes del siglo XIX. Nacieron nuevas formas de organización del trabajo y de la familia, nuevas clases sociales, nuevos modos de actividad política.
Gracias al desarrollo de los transportes y de las comunicaciones se incrementó el contacto entre las diversas regiones del planeta, creció la actividad comercial y se incrementó el movimiento de las personas.
Con la aparición de la imprenta a vapor y de otras innovaciones, se permitió la comercialización entre regiones, ya que ya tenían los suficientes medios de comunicación para poder aumentar la producción y con ello el mercado con otros lugares.
Todo este cambio de economía se produjo gracias al aumento de la producción, a un crecimiento de la población y a la mejora en cuanto al poder inquisitivo campesino de la clase popular.

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