viernes, 14 de diciembre de 2018

Taylorismo que consiste en la fabricación en cadena.


El taylorismo es un sistema de organización del trabajo, creado en la obra Principles of Scientific Management en 1911, de Frederick W. Taylor, en un planteamiento del trabajo que luego fue conocido como “taylorismo”. Se basa en la aplicación de métodos científicos de orientación positivista y mecanicista al estudio de la relación entre el obrero y las técnicas modernas de producción industrial, con el fin de ampliar la eficiencia de la mano de obra, de las máquinas y herramientas, mediante la división de las tareas, la organización del trabajo en sus secuencias y procesos y el tiempo de las operaciones, más un sistema de motivación mediante el pago de  primas al trabajador según su rendimiento.



Nuevos metales como el acero inoxidable y el aluminio.


El acero inoxidable comenzó a tomar forma en el año de 1820 por los ingleses Stoddard y Farraday y el francés Pierre Berthier en 1821. Estos científicos señalaron que las aleaciones de hierro-cromo demostraban ser más resistentes a los ataques de ciertos ácidos, pero los intentos para producir aleaciones de cromo superiores no tuvieron gran éxito debido a que los científicos no habían entendido la importancia del bajo carbono.
En el año 1872 dos científicos ingleses, Woods y Clark, registran la primera patente sobre lo que ahora se considera acero inoxidable. Aunque, el verdadero desarrollo se da en 1875 del francés Brustlein quien denota la gran importancia del bajo contenido de carbono para la fabricación del acero inoxidable.
Hasta el año 1908 donde Brearley desarrollo y experimento aleaciones de acero que contenían cromo hasta que consiguió crear un acero con 12.8% de cromo y 0.24% de carbono, argumentando que era la primera vez que se desarrollaba un acero inoxidable.



El aluminio es un elemento químico abundante en la corteza terrestre, pero no se encuentra en estado puro. Este metal se extrae de un mineral llamado bauxita, a través de una serie de procesos. En la segunda revolución industrial era un bien muy preciado hasta que en 1889  Karl Josef Bayer halla un procedimiento para extraer alúmina a partir de la bauxita. Como consecuencia, los precios del aluminio comienzan a bajar drásticamente y aparecen las primeras aplicaciones.











La aviación fue otras de las innovaciones

Hacia 1887, los inventos y perfeccionamientos de Gottlieb Daimler hicieron posible tener los motores de combustión interna con gasolina que permitieron superar la relación peso del artefacto/potencia motriz que hasta entonces hacía imposible el vuelo con motor. En Ohio se produjo el que se considera como el primer vuelo tripulado de un avión con motor (el Flyer): fue el 17 de diciembre de 1903 y el tripulante era Orville Wright, quien cubrió 37 metros a una velocidad de 16 km/hora, volando a una altura de tres metros. A partir de ahí, los hermanos Wright y otros continuaron con nuevos vuelos aumentando la altura, la velocidad y el alcance de los mismos hasta que, en julio de 1909, Louis Bleriot sobrevoló el Canal de la Mancha, entre Calais y Dover, cubriendo 38 kilómetros en 37 minutos, demostrando que los vuelos tripulados eran una realidad  y, como se comentó amplia mente en la prensa, que Gran Bretaña dejaba de ser "una isla" a la que se podía invadir por el aire.                             

El motor diésel aplicado a la navegación permitió aumentar la rapidez

El motor diésel es un motor térmico que tiene combustión interna alternativa que se produce por la auto-ignición del combustible debido a altas temperaturas derivadas de la alta relación de compresión que posee. Utiliza combustible gasóleo/gas-oíl o aceites pesados derivados del petróleo, como también aceites naturales como el aceite de girasol. Rudolf  Diésel estudiaba los motores de alto rendimiento térmico, con el uso de combustibles alternativos en los motores de combustión interna para reemplazar a los viejos motores de vapor que eran poco eficientes y muy pesados y costosos. Su invento le costó muy caro: sufrió un accidente que les provocó lesiones a él y a sus colaboradores, y que casi le costó la vida a causa de la explosión de uno de sus motores experimentales.


El motor de explosión posibilitó su utilización para los automóviles


Un motor de explosión es un tipo de motor de combustión interna que utiliza la explosión de un combustible y transforma el movimiento lineal del pistón en rotativo en el cigüeñal. Existen motores de explosión de dos tiempos y de cuatro tiempos. Este motor junto al motor diésel, el más utilizado hoy en día para mover vehículos autónomos de transporte de mercancías y personas. Su combustible es la gasolina que se obtiene mediante la destilación fraccionada del petróleo. En  1876 Nikolaus August Otto construyó el primer motor de gasolina de la historia, de cuatro tiempos, que fue la base para todos los motores posteriores de combustión interna. En 1886 Karl Benz comienza a utilizar motores de gasolina en sus primeros prototipos de automóviles.




La electricidad y el petróleo desbancaron al carbón.


La electricidad y el petróleo desbancaron al carbón debido a que el petróleo se utilizó como combustible para el motor de explosión y para la automoción y la electricidad fue esencial  para la iluminación, la transmisión de señales electromagnéticas, acústicas y en determinados motores como los que propulsaban metros y tranvías mientras que el carbón era menos útil que estas otras dos fuentes de energía por lo que poco a poco fue siendo menos utilizado.



Nuevas fuentes de energía y nuevas industrias.


Las nuevas fuentes de energía en la segunda revolución industrial fueron:

Ø  El petróleo. El primer pozo petrolífero había sido perforado en Estados unidos en 1859. Aunque no desplazó por completo al carbón, que seguía siendo muy utilizado, el petróleo pronto fue empleado para la industria, el transporte y la iluminación





Ø  La electricidad, la electricidad sustituyó a la energía mecánica de la máquina de vapor. Esta nueva forma de energía benefició a aquellas zonas industriales que carecían de carbón. En 1879, Thomas Alva Edison perfeccionó la lámpara incandescente o bombilla y, muy pronto, las ciudades se iluminaron. También se instalaron los primeros tranvías eléctricos.


Las nuevas industrias en la segunda revolución industrial fueron:


Ø  La industria siderúrgica experimentó un avance espectacular, desde 1856, gracias al convertidor de Bessemer, que en un tiempo reducido lograba transformar grandes cantidades de hierro, con menos impurezas, en acero. La fabricación de barcos, ferrocarriles puentes y edificios fue más fácil gracias al acero. También la obtención de acero inoxidable y de aluminio fue una novedad de esta etapa.



Ø  La industria química se especializó en productos sintéticos que sustituían a los naturales. Se generaron nuevas industrias de abonos, colorantes, explosivos, condimentos, fármacos y perfumes. Alemania pasó a ser el primer fabricante mundial de productos químicos.